La ciencia y sus tipos de investigación son el motor invisible de la sociedad. Gracias a los avances tecnológicos y del conocimiento, el ser humano ha conseguido llegar más lejos de lo que jamás podría haber imaginado (literal y figuradamente).
En este artículo vamos a descubrir los diferentes tipos de investigación que existen en la ciencia dependiendo de cómo se clasifiquen. Desde la diferencia entre las investigaciones cuantitativas o cualitativas, hasta las investigaciones transversales y longitudinales, entre otras.
La existencia de tantos tipos de investigación no es casualidad. Entre los motivos que explican este hecho encontramos, por ejemplo, los diferentes objetos de estudio, ya que no es lo mismo una investigación sobre física que una sobre psicología; es decir, el tipo de objeto de estudio influye en el diseño de la investigación.
El tipo de variables que se utilizan para realizar el estudio es también un factor de suma importancia que condiciona toda la investigación y el transcurso de ella. Esto puede hacer que acabemos eligiendo una investigación cualitativa en vez de una cuantitativa (o al revés).
La cantidad de información de la que se dispone también tiene que ver con utilizar un tipo de investigación u otra, decantándonos con más fuerza hacia una investigación exploratoria en vez de explicativa, como veremos a continuación.
Sea como fuere, antes de realizar cualquier tipo de investigación debemos hacernos una serie de preguntas para ir dándole forma a nuestro marco teórico e ir seleccionando las características de la investigación de acuerdo a los siguientes tipos.
No es lo mismo buscar un conocimiento sobre las causas, que una descripción de los hechos. Dependiendo de esto tendremos los siguientes tipos de investigación:
Se emplea en especial este tipo de investigación cuando el objeto de estudio aún no es altamente conocido, por lo que se realiza un primer acercamiento. Esto permite optar por un enfoque más general y flexible.
El objetivo principal de este tipo de investigaciones es describir el objeto de estudio sin establecer causalidad ni efectos subyacentes. Sería una forma de observación detallada y completa.
En este caso, la investigación explicativa sí busca conocer por qué suceden los acontecimientos. Por tanto, la meta última es establecer una causalidad entre las variables estudiadas así como determinar cuál es la direccionalidad de la misma y en qué medida correlacionan y se influyen.
Existen dos tipos de investigación dependiendo de cuál sea el objetivo final o meta de la misma.
No suele ser muy frecuente, ya que la ciencia necesita financiación y esta se consigue desarrollando conocimientos prácticos (y no puramente teóricos), sin embargo, existe este tipo de investigación cuyo objetivo no es llevar a cabo los descubrimientos, sino simplemente adquirirlos.
La física teórica y algunas ramas de las matemáticas son ejemplos de este tipo de investigación.
Al contrario que la anterior, es la más frecuente y pretende hacer descubrimientos útiles para la sociedad que tengan un valor práctico y aplicable. Pueden ser desde curar una enfermedad hasta idear un nuevo método de transporte más ecológico.
Las variables elegidas para una investigación son uno de los elementos más importantes. De ellas dependerá que la investigación sea de tres tipos.
Permite un control absoluto o casi absoluto de las variables. Estas variables permiten a su vez replicar determinados fenómenos y establecer con mucha fuerza relaciones de causa y efecto.
Es el método más utilizado en ciencia, o al menos, el más deseado, pero su aplicación en áreas como la medicina o la psicología se antoja difícil normalmente.
En este tipo de investigación también hay un control de las variables pero es menor a la investigación experimental. De todos modos, arroja información útil y algunos indicios sobre una posible causalidad de los eventos.
Permite investigaciones descriptivas en su mayoría, ya que no consigue un control sobre las variables estudiadas. Una gran cantidad de estudios estadísticos sobre la población que buscan correlaciones entre distintas variables son ejemplos de ella.
Junto con las variables y el tipo de muestra, los datos que vamos a manejar son también de suma importancia.
Este tipo de investigación trabaja con datos no cuantificables de forma matemática (al menos a priori). Suele permitir que se obtenga información muy útil y variada pero no tan generalizable como en el siguiente tipo de investigación.
La capacidad de medir los datos y aplicar varios tipos de cálculos matemáticos y estadísticos serán la base de todas las investigaciones cuantitativas. Este tipo de investigaciones dan datos muy generalizables (aunque dependerá de más factores).
El proceso lógico que se sigue hasta sacar las conclusiones de los resultados obtenidos a través de distintos mecanismos de inferencia, nos permiten clasificar los tipos de investigación en estos tres casos.
Una deducción consiste en sacar unas conclusiones a través de unas hipótesis (demostradas o refutadas).
La diferencia principal entre la inducción y la deducción, es que esta primera no siempre parte de premisas demostradas, lo que le da a la investigación poco sustento y valor.
El el método que se usa en la ciencia. Se comienza con la creación de hipótesis a través (normalmente) de la observación de fenómenos, para después comprobar si son ciertas o falsas dichas hipótesis.
Las investigaciones pueden hacerse en un momento concreto del tiempo o prolongarse. Esto junto el tipo de muestra seleccionada, nos da los siguientes tipos de investigación.
Consiste en recabar datos a lo largo del tiempo (días, meses, años…) a una muestra concreta. En el caso de ser personas, estas pueden ser evaluadas por ejemplo, una vez a la semana a lo largo de 1 año.
Este tipo de investigación se puede hace también con otros muchos elementos, siempre y cuando el paso del tiempo juegue un papel en la investigación, cosa que también puede ocurrir al evaluar células, animales, o incluso edificios.
La investigación transversal recaba todos los datos en un momento concreto del tiempo. La muestra puede ser homogénea o heterogénea.
Por ejemplo, el día 5 de Mayo del 2000 se tomaron datos a un grupo de personas y se compararon los datos de unas con otras.
Es la combinación de las dos anteriores, por lo que podríamos decir que se haría una investigación transversal pero varias veces a lo largo del tiempo.
Uno de los pilares centrales del método científico es la adquisición de la información partiendo siempre de hechos conocidos. Esto obliga a que todos los tipos de investigación sean necesarios para el proceso científico.
Para que el conocimiento sobre cualquier materia sea sólido, debemos realizar todo tipo de investigaciones de las formas más diversas y ver si los resultados coinciden y/o se complementan. De lo contrario, significará que no vamos por el buen camino.
Es por ello, que ninguno de estos tipos de investigación tienen preferencia, mayor importancia o son “mejores”; todos son necesarios y permiten acercarnos a la verdad.
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